domingo, 7 de diciembre de 2008

ODA AL VINO.



Omar Khayyam (Persia, 1040-1121?)


¿Por qué vendes tu vino, mercader?
¿Qué pueden darte a cambio de tu vino?
¿Dinero...?
¿Y qué puede darte el dinero?
¿Poder...?
¿Pues no eres el dueño del mundo cuando tienes en tus manos una copa?
¿Riqueza...?
¿Hay alguien más rico que tú, que en tu copa tienes oro, rubíes, perlas y sueños...?

¿Amor...?
¿No sientes arder la sangre en tus venas cuando la copa besa tus labios?
¿No son los besos del vino tan dulces como los más ardorosos de la hurí?
Pues si todo lo tienes en el vino, díme mercader, ¿por qué lo vendes?

Poeta;
porque haciendo llegar a todos mi vino, doy poder, riqueza, sueños, amor...;
porque cuando estrechas en tus brazos a la amada me recuerdas;
porque cuando quieres desear felicidad al amigo, levantas tu copa;
porque Dios cuando bendijo el agua la transformó en vino, y porque cuando bendijo el vino se transformó en
sangre...


Si te ofrezco mi vino..., poeta, ¡no me llames mercader!