sábado, 20 de septiembre de 2008

DUEÑA Y SEÑORA.


No hay más patria que tu corazón ni mas Dios que tu voz

sobra todo a nuestro alrededor esto es cosa de dos

de tu cuerpo al mío hay un cordón de un umbilical

dueña y señora de mi voluntad

como el agua que viaja hasta el mar necesita tu sal

soy el niño que en la oscuridad no se atreve a llorar

nunca fui una roca tengo el pecho de cristal dueña y señora de mi voluntad

obligados voluntarios los enamorados

no parecen por estar atados

no me quejo de los clavos con que estoy clavado

siempre ha sido mi mejor calvario

si pudiera comerla como un pan se por dónde empezar

ella es más de lo que pude soñar lo que puedo abarcar

llévame al infierno que me quiero condenar

dueña y señora de mi voluntad